29 de junio, 2011. (Romereports.com) Hace 60 años Benedicto XVI se ordenó sacerdote. Para celebrarlo, el Vaticano ha mostrado el curioso recordatorio que sus padres y sus hermanos prepararon para ese día. Sesenta años después, durante la emotiva homilía en la basílica de San Pedro, el Papa recordó a sus familiares, y a quienes le prepararon para el sacerdocio. Además, saludó a algunos sacerdotes que se ordenaron junto a él.
Benedicto XVI
“Este es un momento de gratitud: gratitud al Señor por la amistad que me ha ofrecido y que quiere ofrecer a todos nosotros. Gratitud a las personas que me han formado y acompañado”.
Como era la fiesta de San Pedro y San Pablo, impuso el palio a los 40 nuevos arzobispos procedentes de 24 países que ha nombrado durante del último año.
El palio es una estola blanca de lana de cordero que lleva seis cruces negras, y que simboliza la unidad de los obispos con el Papa.
Benedicto XVI
“Nos recuerda a Él, que ha tomado el cordero, la humanidad-a mí- sobre sus hombros, para llevarme de nuevo a casa. De este modo, nos recuerda que, como Pastores a su servicio, también nosotros hemos de llevar a los otros, cargándolo, por así decir, sobre nuestros hombros y llevarlos a Cristo”.
Al comienzo de la Misa los palios estaban sobre la tumba de San Pedro. Luego fueron llevados al Papa para que los bendijera antes de entregarlos.
Entre los 40 nuevos arzobispos había siete brasileños y cuatro estadounidenses. Entre ellos, José Gómez, de Los Angeles, la mayor archidiócesis de Estados Unidos; y James Sartain de Seattle. Entre los de América Latina estaba Ricardo Ezzati Andrello, arzobispo de Santiago de Chile; Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá (Colombia); Fausto Gabriel Trávez, arzobispo de Quito (Ecuador) y Oscar Julio Vian Morales, arzobispo de Guatemala (Guatemala).
Para la solemne ceremonia, la antiquísima estatua de bronce de San Pedro fue revestida con los ornamentos pontificios, entre ellos la tiara y el anillo del pescador.
Antes de concluir la ceremonia, el Papa rezó ante la tumba de San Pedro junto al enviado del Patriarca de Constantinopla.
Además de enviar una delegación, el Patriarca Bartolomé de Constantinopla, principal líder de los cristianos ortodoxos, envió al Papa un mensaje de felicitación en el que le pide que siga trabajando por la unidad de los cristianos y elogia las obras teológicas de Benedicto XVI.
El cisma entre ortodoxos y católicos tuvo lugar en el año 1054. Desde la década de los 60 del siglo XX, se ha relanzado el diálogo entre ambas partes en busca de fórmulas para volver a la unidad.
AE-JMB
CTV
JM
-BN
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